sábado, 26 de noviembre de 2011

Un baldado de agua?

Una de las respuestas que recibí al correo de inicio del Nivel 5 de ArTIC era que había sido como un "baldado de agua", así que decidí escribir un poco más (¿¡más?!) sobre la forma en que la propuesta se articula con todo lo que hemos hecho hasta ahora.

Hasta la cohorte anterior, el título oficial de la propuesta era "propuesta de integración de las TIC al aula", algo mucho más concreto, y tal vez más tranquilizante para muchos de nosotros, pues nos deja en un espacio conocido: el aula es el lugar (primordial) en donde se desarrolla nuestra disciplina, nuestro currículo, donde de alguna manera tenemos más control.  La idea era usar un organizador diferente (un mapa mental) para 'poner en orden' muchas de las ideas que habían aparecido a lo largo del proceso de ArTIC, complementándolas con una serie de preguntas que ayudaban a estructurarlas.

Pero, después de la sesión final de la cohorte anterior y de ver la evolución de esta cohorte, mi sensación es que la respuesta de muchas de las inquietudes que empiezan a aparecer van más allá del aula.  Cuando el problema de fondo es el sentido de la experiencia educativa, o mejor, el sentido que dan nuestros estudiantes a esa experiencia, tal vez la mejor forma de abordarla no es seguir operando dentro de los límites que conocemos.

Por eso el nombre de la propuesta cambió a algo más amplio: "propuesta de transformación".  ¿Por qué tiene que ser vago? Porque cuando establecemos límites en el lenguaje, también los creamos en nuestra cabeza. Así que hablamos de transformación, en general, para ver qué se genera en ese marco.  Para librarnos, de alguna manera, de muchas limitaciones.

Pero ese proceso puede ser, como me decían por correo, un "balde de agua".  Al pensar en ello, decidí que un balde de agua no tiene por qué ser necesariamente malo, sobre todo en época de verano. :-)  No sólo resulta refrescante sino que, al menos a mi, me remite a una época de niñez, en donde soñar con lo imposible tenía todo el sentido del  mundo.

Aunque el nombre de la propuesta haya cambiado, su esencia sigue siendo muy parecida. Se trata de organizar las ideas de uso de la tecnología que han ido apareciendo en estas semanas (regresando a las listas de desafíos, por ejemplo), pero poniendo esas ideas al servicio de algo con un alcance mayor a nuestra propia disciplina.  Si el problema del sentido (tal vez) se resuelve con una mayor conexión de la experiencia educativa con las vidas de los estudiantes, el reto es crear oportunidades para que esas conexiones aparezcan, más allá del trabajo o el examen habitual.  No se trata de olvidarnos del trabajo o el examen, sino de tratar de darle un alcance mayor, diferente.

Para algunos de nosotros, esto puede ser entre despistante y angustiante, sobre todo si no lo hemos hecho antes. Por eso la recomendación, como de costumbre, es observar lo que otros van haciendo.  En ese sentido, la divertida recomendación de José Alustiza aplica de maravilla:


Vale la pena notar que hay un botón "Reintentar" ;-)  Recorrer otros blogs puede ayudar, una vez más, a disparar ideas y posibilidades que no se nos habían ocurrido antes.  También pueden ayudarnos a ver iniciativas a las cuales tendría sentido sumarnos (¿por qué no?).  El Diario se vuelve, una vez más, un espacio de inspiración, como cuando iniciamos nuestros desafíos de imágenes.

Es importante recordar, también, que estaremos en este proceso durante las últimas dos semanas de ArTIC, así que no se trata de llegar a un producto final, sino a aterrizar ideas que nos servirán de insumo para nuestro segundo encuentro presencial.   Mi sugerencia es que observen en detalle el mapa mental, y sólo si necesitan información adicional, acudan a las páginas que tienen información de apoyo (las incluí pues sentí que eran importantes para entender mejor de qué se trata el asunto!).

Otra forma de abordar el ejercicio es ir poniendo en el mapa aquellas cosas que nos gustaría hacer con la tecnología en nuestra propia aula (o que ya estamos haciendo), en el orden que queramos, para poco a poco ir completando las cosas que aún no tenemos claras (como por ejemplo, los sueños a los que sirven).  Como de costumbre, no hay una única forma de resolver el desafío.

Aunque la semana parece algo cargada (es algo con lo cual seguimos debatiéndonos), después de leer las actividades descubrirán que, efectivamente, corresponde más a un proceso de organización que otra cosa. En lugar de invertir horas aprendiendo sobre tecnología, en esta ocasión usaremos el tiempo para arriesgarnos a soñar.

¡Y vale la pena soñar! :-)